miércoles, 30 de junio de 2010

Ser árbitro, vaya cruel destino

A Balón Parado
Moisés Rodríguez


Si existieran, México podría destacar en dos Mundiales, el de aficionados y el de árbitros.
La principal razón es nuestra naturaleza resignada.
El español Manuel Fandos decía que el arbitraje no es una profesión, "nos han parido asi".
Habría que agregar que no son muchos los que nacen con esa inclinación ingrata.
Además de estoicos, los árbitros deben ser devotos de la Ley, extraños especímenes en un país, el nuestro, que presume romperla como hobbie.
En Inglaterra un colegiado se expulsó a sí mismo después de agredir a un arquero que le protestaba demasiado. Andy Wayn se llama el silbante del futbol amateur, que puso como atenuante la muerte de su suegro y la mala salud de su esposa.
¿Hay mayor elogio a la Ley que aplicarla a uno mismo y sin pretextos?
Los árbitros son los mártires a modo de cada partido, se equivoquen o no.
Un chiste conocido cuenta que a las puertas del cielo llegó un hombre. Para dejarlo entrar, San Pedro le pregunta su profesión.

-Soy árbitro- contesta.
-¿Y has hecho algo bueno?, digo, para merecer entrar.
-Sí, claro, en un Brasil-Argentina. Iban empatados. Brasil tenía lesionados a tres jugadores, sin cambios y a un minuto del final. Argentina se veía ganando en tiempo extra y entonces Kaká entra al área y lo derriban. Marqué el penal aunque el abanderado no vio nada, pero yo sí vi la falta.
-Muy bien, ¡qué carácter! ¿y eso cuándo fue?
-Pues hace como cinco minutos.


Los árbitros nunca ganarán el reconocimiento a su trabajo, porque siempre alguien se sentirá perjudicado.
Ahora, ¿son reconocidos económicamente?
La situación más abusurda se da en Venezuela, donde les pagan cada partido por kilómetro recorrido. A mayor distancia recorrida, mayor remuneración.
Ser árbitro no es una profesión para vivir, en el gremio hay albañiles, mecánicos, doctores, plomeros, comerciantes.
Sin embargo, también hay élites entre los silbantes.

En el mundial 2002, cada árbitro recibió 20 mil dólares, más viáticos, en el 2006 se duplicó el pago, 40 mil dólares y 100 dólares diarios para gastos.
Presumo que el aumento para Sudáfrica fue similar, pero sólo 30 árbitros lo disfrutarán.
De la élite forma parte Armando Archundia, abogado de profesión y nuestra carta fuerte en Sudáfrica.
En el Mundial 2006 dirigió 5 partidos, una hazaña, y ahora libró el corte y está contemplado para dirigir alguna semifinal o incluso el duelo por el título.
El camino se le abrió a Archundia, pues Roberto Rossetti, que dio como bueno el gol de Tévez en fuera de lugar contra México, y Jorge Larrionda, que no validó el gol de Inglaterra contra Alemania, pagan su pecado con el exilio.
Otro de los candidatos a dirigir las semis y la final es nuestro paisano Marco Rodríguez, que se peina con vaselina y corre más que "El Bofo" Bautista.

Una de las curiosidades que rodean a Marco es que pidió públicamente que le quitaran el sobrenombre de "Chiquidrácula", y a cambio adoptó el de "Chiquimarco", porque "Drácula es un demonio", explicó, y esa imagen no va con su fe.
Rodríguez afirma: "el mejor modelo que tengo es Dios" y dice que si no está silbando un partido, seguro está en la iglesia.
Así, nuestros árbitros están, uno bien con las leyes del hombre y otro con las leyes de Dios, y avanzan en un Mundial en donde nuestra selección sólo nos regaló decepciones.
Mientras, los aficionados siguen pensando que sí se puede, por la sencilla razón de que nunca se ha podido y empiezan a ahorrar para ir a Brasil en el 2014.
¿Hay otra afición más sufrida?

martes, 29 de junio de 2010

¿Sentido común?, ¿qué es eso?,

A Balón Parado

Los técnicos de futbol son un enigma, si tuvieran que ir a una tienda frente a su casa, en lugar de sólo cruzar la calle, rodearían la manzana para ser sorpresivos.
Se esconderían entre los árboles, caminarían de puntitas, disimularían para llegar con el tendero que los espera desde que los vio salir.
Tienen la idea absurda, de que hacer lo que harían los demás los rebaja.
Los guían más que el sentido común, los actos que provoquen desconcierto.
No está mal, si además esos actos fueran efectivos, pero son a veces tan retorcidos que sorprenden por absurdos.
Fueron estas actitudes las que marcaron el destino de México en Sudáfrica; los errores arbitrales o de los jugadores son secundarios.
El mal se agravó porque en el banquillo Aguirre no estaba solo, las excentricidades las compartía con Mario Carrillo, esa singular mezcla de gurú y entrenador.
Hace unos días Rafael Márquez dijo que Carrillo se encargaba de las cuestiones tácticas y que ya después las avalaba Aguirre.
Lo que me recuerda que cuando Mario trabajó con Manuel Lapuente le escuché una frase. "Yo al técnico le doy las armas y él dispara". Así lo hizo con Hugo Sánchez y ahora con el "Vasco" Aguirre.
Lo que no dijo es que las armas parecen resorteras.
Carrillo, el habitante del planeta como se llama a sí mismo, tiene creencias muy particulares.
Cuando dirigió al Puebla se asesoraba espiritualmente con Mama Toña, y obligaba a sus jugadores a hacer lo mismo.
Si sus convicciones son las mismas, siguen siendo igual de inútiles.
La Volpe en el Mundial de Alemania 2006 usaba corbatas de dragones y utilizaba el feng shui, otra creencia absurda y estéril, para mejorar al equipo.
Han pasado cuatro años y vivimos el mismo estancamiento.
No estamos lejos del técnico de Francia, Raymond Domenech, que alinea al equipo según su horóscopo y que se fue temprano a casa con la maldición popular encima.
Aguirre y Carrillo encabezaron un equipo con tan malos resultados como los de La Volpe, pero con el agregado de que si en un Mundial pudo México hacer historia fue en este.
Un torneo con las grandes selecciones, Italia, Francia e Inglaterra, jugando tan mal no creo que se repita.
El Tri tuvo en sus manos ante Uruguay la posibilidad de terminar como líder de grupo y evitar a Argentina, pero Aguirre falló por sus ocurrencias.
Con Argentina volvió a hacer de las suyas, y aunque a los sudamericanos no les ganamos ni poniendo dos porteros, les facilitó el trabajo.
Ahora, a esperar que regrese a México para ver si las críticas son igual de duras.

domingo, 27 de junio de 2010

Guía breve para avanzar a cuartos en Brasil

El Mundial para México terminó, y de nuevo no avanzamos más allá de Octavos. Ahora que la selección que nos representa confirmó su estancamiento, no nos queda más que lanzar sugerencias y esperar.
El 2014 será Brasil la sede del Mundial al que esperamos llegar, pongamos que sí, bueno, ahora tomemos estos puntos en cuenta, y veamos si la mala experiencia vivida en Sudáfrica sirve de algo.

10 Concentraciones largas no garantizan estadías largas
México llegó a su debut en el Mundial con 58 días concentrado y no jugó bien; en el día 74 Argentina lo mandó a casa y nos dejó esperando un nivel decente de juego. En los partidos que cuentan, sólo el triunfo sobre Francia es digno de recordarse.
Uruguay, que se concentró 34 dias menos, está en Cuartos.

9 Los partidos amistosos no son para hacer amigos
El Tri jugó 12 partidos previos a la inauguración del Mundial y sirvieron para poco, otra vez Uruguay de ejemplo, sólo jugó dos; contra Israel y Suiza y les sacó más provecho.

8 Improvisa posiciones y atente a las consecuencias
Los jugadores en el campo hacen lo que pueden, no lo que de ellos quieren. Es labor del técnico potenciar a su jugador. Debe tener claro qué es lo que hace mejor y utilizarlo y no pedirle peras al olmo.

7 Sé autocrítico
El carácter firme, si no está acompañado de buenos resultados, se convierte en necedad. Así que aprende a ver en los hechos, cuáles te obligan a cambiar tus ideas y hazlo.

6 No seas quejumbroso
El árbitro, como los banderines de corner y los postes de la portería, también juegan. Ningún jugador le reclama al travesaño por impedir que el balón entre y mucho menos se deprime y deja de jugar.

5 Replantea el torneo casero
Los torneos cortos no permiten planeaciones largas, hay demasiada rotación de técnicos y un bajo nivel de juego.

4 Menos extranjeros y mejores
Para jugar en la Liga Premier inglesa, el futbolista extranjero debe tener cierta cantidad de juegos con su selección mayor. A México vienen foráneos buenos, regulares y malos, hay que ser más exigentes.

3 Convoca con la cabeza
Vivir en Europa no te hace más listo, o más rápido, la competencia sí y el talento natural. Carlos Vela con el Arsenal, o Gio con Galatasaray, o Guille con West Ham, no son más y muchas veces son menos que Barrera de Pumas, o "Chicharo", que apenas saldrá a Inglaterra.

2 Si tienes que eliminar, elimina
Entiende la continuidad como el acto de extender procesos inteligentes y sustentados, y no como dar tiempo a que lo caótico encuentre de repente el orden.

1 Sé paciente con el jugador y desarróllalo
El mal endémico del futbol mexicano es la falta de gol. Busca jugadores mexicanos con esa capacidad y hazlos crecer. No naturalices y si naturalizas no convoques a Selección. Sé exigente con el extranjero y sólo si es dos veces mejor que el mexicano, contrátalo.

sábado, 26 de junio de 2010

Monsi, La Muerte y el Tri


A Balón Parado
“Lo que uno sabe de futbol es, más o menos,
lo que uno sabe de la vida, con una diferencia:
en la vida se agoniza una sola vez”.
Carlos Monsiváis
La muerte trae consigo inconvenientes.
Para Monsiváis, uno es que se perderá el juego entre México y Argentina. Y no porque haya sido un particular aficionado al futbol, de hecho lo detestaba, pero le hubiera gustado escribir la crónica de las consecuencias.
En una lejana entrevista dijo que jamás hablaría de futbol porque no lo entendía, pero: "quizá cinco segundos antes de morir comprenda y me llevaré ese secreto en una tumba esférica”.
Si tuvo o no esa revelación es irrelevante, porque ya no la podrá compartir.
El partido que hoy va a paralizarnos cuenta con lo necesario para generar una crónica brillante.
Tiene héroes y villanos, tiene cuentas por saldar, tiene augurios y necios que los ignoran, y tiene los sueños de un país suspendidos.

NUESTROS HÉROES
La frase de Rafael Márquez: “Sí, es Argentina, ¿y qué?", de inicio motivacional, puede acabar en los libros de texto si la coronan hoy con un triunfo.
Significaría un cambio de mentalidad, no de México, pero sí de los mexicanos que jueguen y ya ganando, de los políticos que se colgarán de ella y la usarán en cada discurso.

EL VILLANO
Aunque no queramos recordarlo, el Mundial 2006 alargó nuestra larga lista de decepciones.
Maxi Rodríguez acabó con la esperanza que teníamos de avanzar en ese torneo, con un gol que todavía sueña Oswaldo Sánchez, y ahora nos volvemos a encontrar al argentino que se da el lujo de decir que conoce lo suficiente a Aguirre para saber que hacer con él.

LOS AUGURIOS
En todas las tragedias que recuerdo, las griegas o las de Shakespeare, en algún momento aparece un indicio que de haberlo notado, pudo haber cambiado la historia.
A César lo mató Bruto, a pesar de que tuvo varios avisos que pudieron evitarlo, espero que Aguirre no pierda por... descuidado.
Tantos twitts criticando a Franco, tantos comentarios sobre el cambio precipitado de Guardado, la presión que le hicieron los uruguayos a Márquez para hacerlo fallar, son presagios que veremos si el "Vasco" escucha o no.

LOS CEREBROS
Cuando inició el Mundial no había técnico más criticado que Maradona. El reproche más mesurado era que el equipo le quedaba grande, pero terminó con marca perfecta.
Cuando inició el Mundial Aguirre era un técnico capaz, pero misterioso. Luego de ganar un amistoso a Italia el camino al quinto partido parecía sencillo. Al final calificó al equipo pidiendo esquina.
Ahora resulta que Maradona tiene amigos ilustres. "Me gusta mucho Jose Mourinho", dice: "me pareció un tipo para preguntarle qué hacer con esto, qué hacer con lo otro... Tengo el teléfono. Por ahí lo llamo".
Si tienes de amigo al técnico campeón de Europa, igual le tomas un consejo y a ver que pasa.
Ahí está otro mal augurio; que lo escuche Aguirre.
Y que no se asesore de técnicos europeos, que escuche el reclamo popular, si hasta el perredista Alejandro Encinas le pidió que siente a Franco.
Cinco goles del Guille con el West Ham en un año y su escasa movilidad son argumentos suficientes. Si las evidencias no dan para dudas.
Veremos qué resultados tienen los días de preparación. Si saltan a la cancha "El Conejo" en la portería, Salcido, Maza, Márquez y Osorio en la defensa; Guardado, Torrado y Juárez en medio y Barrera, Giovani y "Chicharito" adelante, creo que tenemos más posibilidades.
Después sólo espero que al partido sea bravo, que sea memorable y tal vez cuando las cosas se vean perdidas se escuche la voz de Monsiváis diciendo: "Cuauhtémoc, levántate y golea".

Pecados, reacciones, consejos


A Balón Parado

Las derrotas tienen la ventaja de ser aleccionadoras, y si los vencidos no son necios, son un baño de humildad.
Lo dije antes de que México jugara contra Uruguay, las ausencias de Vela y Juárez le harían espacio a Castro y Barrera en el equipo y quizá dejarían a Franco fuera para alinear a "Chicharito"; pero no fue así.
Javier Aguirre imaginó otro partido, uno en el que Cuauhtémoc podría jugar y en el que Guardado le daría fuerza al mediocampo. Sólo que tuvo un obstáculo, el técnico de Uruguay.
Washington Tavares puso a Márquez en un predicamento que no supo resolver. Rafa, que como central no tiene igual, pero como mediocampista es uno más, encontró a Diego Forlán en más ocasiones de las que hubiera querido.
El uruguayo le complicó la salida y apoyado en Arévalo, Pérez y Pereira le ganó el mediocampo para marcar el ritmo del juego.
Al final, Aguirre terminó metiendo a Barrera y a Castro, pero muy tarde.
Algunos atribuyen a la falta de intensidad de los jugadores la derrota, creo que el primer culpable es Javier.
"El Vasco", en una declaración que quizá fue retórica, pero que tomo como un mea culpa, dijo: “los técnicos siempre perdemos".
Se la acepto con un agregado. Los técnicos siempre pierden... cuando fomentan la desconfianza.
Los pecados de Aguirre causaron el lamentable segundo tiempo contra Sudáfrica y la derrota ante Uruguay.
Su primer pecado es la necedad de incluir al inoperante Guillermo Franco.
El segundo es su titubeo en la designación, primero del portero y ahora del capitán.
Cada partido un jugador distinto ha llevado el gafete, puede parecer un detalle menor, pero refleja, cuando menos, inseguridad.
El pecado mayor es la improvisación de puestos. Al poner a Márquez en el centro del campo lo desaprovecha de central y limita a Torrado, su mejor contención, poniéndolo a jugar por izquierda.
Estas decisiones, y la mala aplicación de los jugadores, nos mostraron el peor México.
Si le sumamos el correoso Uruguay, que además juega muy bien la pelota, el resultado no podía ser otro.
No por nada el abrumado Márquez dijo que jugando así no alcanza para más.

Y VIENE EL CONSEJO
En el Mundial 2002, Scolari hizo campeón a Brasil con el libro de Sun-Tzu en la mano, y el militar chino bien podría servirle a Aguirre de consejero.
Para Sun-Tzu: "cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido".
Argentina elevará los peligros que dio Uruguay a la quinta potencia, así que el cuerpo técnico tiene cuatro días para definir lo que es el equipo argentino y trabajar para contrarrestarlo.
Escuché a Johan Cruyff hablar del Barcelona que hizo campeón y de los efectivos principios que manejaba. Cito de memoria:

1 Si yo tengo el balón, entonces el rival no lo tiene.
2 El ritmo del balón es lo que importa.
3 Potencia las cualidades de tu jugador.
4 Gana siempre el uno contra uno.

Hristo Stoichkov, inspirado por Cruyff, dice que saltaba al campo pensando siempre que era mejor que el jugador que tenía enfrente.
Las claves para México son entonces, mentalidad, disciplina y buen manejo de pelota, algo que a ratos sabe hacer, después una individualidad te puede rescatar el juego.
Seguramente con el recuerdo de la eliminación del Tri en el 2006 ante Argentina, "El Vasco" compartió su deseo para lo que viene, un partido muy cerrado en el “que en esta ocasión, el del golazo sea un mexicano”.

Un recuerdo, un pronóstico


A Balón Parado

La Copa América de Colombia en el lejano 2001, le sirvió a Javier Aguirre como laboratorio para preparar a México rumbo al Mundial Japón-Corea.
Recuerdo las críticas al "Vasco". No repitió portero en la fase de grupos y cambió la alineación en cada uno de los juegos, incluida la final.
Las justificadas objeciones se diluyeron conforme el equipo avanzó en el torneo.
La historia es conocida, México perdió la final contra Colombia, pero rescato un antecedente, la victoria en semifinales sobre Uruguay.
Digo que las objeciones son justificadas, porque los equipos que funcionan no se tocan.
Aguirre tuvo como atenuante los resultados y como un enorme mérito, el que su equipo jugara igual con distintas alineaciones.
El recuerdo sirve para resaltar primero, que ajustar alineaciones y explotar las cualidades de sus jugadores es lo de Aguirre y segundo, que México sabe ganarle a Uruguay.
En partidos oficiales los uruguayos no dan una contra el Tricolor desde 1952, ¿que los antecedentes no juegan?, por lo menos sirven de referencia.
México no va a saltar al campo con una lista de juegos ganados a Uruguay para utilizarla como argumento a favor, y a los uruguayos, los siete empates y seis derrotas sufridas, no les preocuparán cuando empiecen a jugar.
Sin embargo, los triunfos pasados son un alivio, las derrotas no.

EN PLAN DE ADIVINO
México escribe otra página en su historia mundialista y lo que "El Vasco" elija para iniciar el partido contra Uruguay, será determinante.
La lesión de Carlos Vela y la suspensión de Efraín Juárez pusieron a prueba su capacidad de improvisación y seguro le quitaron horas de sueño. Allá él.
A mi ver no debería encontrar tantos problemas.
El que se haya lesionado Vela, un delantero sin gol, es más benéfico que perjudicial, porque le abre espacio a Guardado o a Barrera, que pueden ser más determinantes que el sobrevalorado jugador del Arsenal.
Cuando Carlitos mandó a la tribuna la clara oportunidad de gol que tuvo contra Francia, dejó bien claro por qué no juega en la Liga Premiere.
Sin el aval de Aguirre, veo en el once que enfrentará a Uruguay al "Conejo" en la portería, a Salcido, Moreno, "Maza" y Osorio en el fondo; a Torrado, Márquez y Castro en el medio campo y a Barrera, Giovani y Franco al ataque.
Quizá varíe un poco el equipo, pero salvo que pueda entrar Guardado, que es muy probable, o que "El Chicharito" arranque de inicio, movimiento que parece natural; no veremos nada sorprendente.
Abra quien abra, de algo podremos estar seguros, México va a tener el balón de inicio, va a intentar a hacer correr a los uruguayos detrás de la pelota y si salen medianamente atinados, terminarán de líderes de grupo para allanarse el camino en un Mundial que podría ser histórico.

El debut ante Sudáfrica, una pena


A Balón Parado
Las vuvuzelas, que dicen los entendidos semejan barritos de elefante y zumbidos de abejas juntos, no le hicieron daño a la selección mexicana... pero no era necesario. México, que inició jugando con claridad, con orden e intensidad, terminó siendo presa de sus fantasmas y eso es peor que cualquier presión externa.
Lo que se vio en el Soccer City es una película ya conocida por los mexicanos, lo único que cambió fue el antagonista.
De nuevo el Tri jugó de la única manera que sabe hacerlo, quitándole el balón al contrario, y de nuevo le enseñó al mundo que frente a la portería se le acaban las ideas y se le achica el marco.
Otra vez el resultado no correspondió con las expectativas.
Antes del juego muchos pensamos en un triunfo nacional, así son las ilusiones de veleidosas. Después del partido lo que florecen son las dudas.
Tanto para uruguayos, franceses y mexicanos, la clave en teoría para calificar a octavos era ganarle a Sudáfrica y rescatar algún empate. México empató con quien no debía, ahora está obligado a ganarle a Francia o a Uruguay.
¿Es Sudáfrica al equipo más debil del grupo de México? La respuesta es sí y nos pone a temblar.
Los africanos tienen algunas virtudes jugando y varios defectos. Así como desdoblan rápido y disparan con facilidad al arco, son desordenados para marcar y a balón parado se dejan ganar la posición facilmente.
Ni Franco, ni Vela, ni Giovani, supieron aprovechar estas fallas y el resultado fue este amargo empate, que casi se vuelve derrota.
Aun así sigo pensando que México es mejor que Sudáfrica hombre por hombre, y aunque pudiera parecer lo contrario, el empate de ayer me deja una enseñanza que puede alimentar la ilusión de un buen resultado.
Un equipo con limitaciones, pero que sepa desarrollar sus virtudes se puede imponer a otro mejor.
Eso hizo Sudáfrica, eso espero que haga México contra los franceses que aunque hombre por hombre son mejores, ya sabemos que no garantiza nada.
De Uruguay hablamos luego.

¿El destino y la suerte?, sólo supercherías

A Balón Parado

No creo en la suerte, buena o mala, ni en el destino, pero imagino por qué son tan socorridos. Ayudan a crear buenas historias.
No creo, pero si creyera, entonces el "Chicharito" Hernández no nació en 1988 si no en 1954. Exactamente el 19 de junio y en la mente de su abuelo.
Ese día Tomás Balcázar le anotó gol a Francia en el Mundial de Suiza, pero un penal polémico le dio el triunfo a los galos, y al árbitro el dudoso honor de salir escoltado por la policía.
Si creyera en las predestinaciones y en absurdos parecidos, feng shuis, karmas y astrologías incluidos; podría pensar que en el vestidor de ese lejano 1954, el abuelo del "Chícharo" deseó una revancha y la imaginó por medio de uno de sus descendientes.
El destino entonces, demostró que siempre cumple, aunque se haya tardado 56 años en saldar la cuenta.
De nuevo en un Mundial se enfrentaron franceses y mexicanos con un Balcázar en el campo, otra vez un árbitro y una decisión polémica le marcaron el rumbo al juego, pero ahora el resultado fue otro. México le ganó a Francia y el equilibrio cósmico se alcanzó.
Eso si creyera en el destino, y en la buena o mala suerte, pero no es así.
Estoy si acaso más cerca de lo que alguna vez escribió Beethoven: "Me apoderaré del destino agarrándolo del cuello".
Lo que vi en el equipo mexicano fue intensidad e ideas claras, eso les dio la victoria.
Nada de astros alineándose, ni camas orientadas al norte, ni inciensos aromáticos. Fue la decisión de agarrar por el cuello a los franceses la clave del triunfo.
Franco dio su mejor partido en la posición más sacrificada del campo, de espalda al portero. Giovani jugó donde mejor sirve a México, llegando de atrás, y Salcido fue imparable en sus ataques sin descuidar su tarea defensiva.
A destacar lo que hace Márquez y el medicampo, y lo que hizo Aguirre luego de la lesión de Vela.
Recomponer el equipo por cambios forzados, resalta la capacidad de improvisación del técnico.
En general la selección fue compacta y solvente, no podía ser de otra forma. Un triunfo como el de ayer se sustenta en rendimientos parejos.
Shakespeare decía que el destino reparte las cartas, pero en nosotros está el cómo jugarlas y Aguirre hizo más con la mano que le tocó, que Domenech con la suya.
Pero bueno, no todos tienen a Cuauhtémoc de su lado, un jugador del que podría decir que el destino le permitió un desquite cuatro años después de que LaVolpe, tras cometer una tontería tras otra, lo borrara de la selección.
Podría decirlo, pero no lo hago, porque para mi eso del destino y la suerte salen sobrando.