sábado, 26 de junio de 2010

Pecados, reacciones, consejos


A Balón Parado

Las derrotas tienen la ventaja de ser aleccionadoras, y si los vencidos no son necios, son un baño de humildad.
Lo dije antes de que México jugara contra Uruguay, las ausencias de Vela y Juárez le harían espacio a Castro y Barrera en el equipo y quizá dejarían a Franco fuera para alinear a "Chicharito"; pero no fue así.
Javier Aguirre imaginó otro partido, uno en el que Cuauhtémoc podría jugar y en el que Guardado le daría fuerza al mediocampo. Sólo que tuvo un obstáculo, el técnico de Uruguay.
Washington Tavares puso a Márquez en un predicamento que no supo resolver. Rafa, que como central no tiene igual, pero como mediocampista es uno más, encontró a Diego Forlán en más ocasiones de las que hubiera querido.
El uruguayo le complicó la salida y apoyado en Arévalo, Pérez y Pereira le ganó el mediocampo para marcar el ritmo del juego.
Al final, Aguirre terminó metiendo a Barrera y a Castro, pero muy tarde.
Algunos atribuyen a la falta de intensidad de los jugadores la derrota, creo que el primer culpable es Javier.
"El Vasco", en una declaración que quizá fue retórica, pero que tomo como un mea culpa, dijo: “los técnicos siempre perdemos".
Se la acepto con un agregado. Los técnicos siempre pierden... cuando fomentan la desconfianza.
Los pecados de Aguirre causaron el lamentable segundo tiempo contra Sudáfrica y la derrota ante Uruguay.
Su primer pecado es la necedad de incluir al inoperante Guillermo Franco.
El segundo es su titubeo en la designación, primero del portero y ahora del capitán.
Cada partido un jugador distinto ha llevado el gafete, puede parecer un detalle menor, pero refleja, cuando menos, inseguridad.
El pecado mayor es la improvisación de puestos. Al poner a Márquez en el centro del campo lo desaprovecha de central y limita a Torrado, su mejor contención, poniéndolo a jugar por izquierda.
Estas decisiones, y la mala aplicación de los jugadores, nos mostraron el peor México.
Si le sumamos el correoso Uruguay, que además juega muy bien la pelota, el resultado no podía ser otro.
No por nada el abrumado Márquez dijo que jugando así no alcanza para más.

Y VIENE EL CONSEJO
En el Mundial 2002, Scolari hizo campeón a Brasil con el libro de Sun-Tzu en la mano, y el militar chino bien podría servirle a Aguirre de consejero.
Para Sun-Tzu: "cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido".
Argentina elevará los peligros que dio Uruguay a la quinta potencia, así que el cuerpo técnico tiene cuatro días para definir lo que es el equipo argentino y trabajar para contrarrestarlo.
Escuché a Johan Cruyff hablar del Barcelona que hizo campeón y de los efectivos principios que manejaba. Cito de memoria:

1 Si yo tengo el balón, entonces el rival no lo tiene.
2 El ritmo del balón es lo que importa.
3 Potencia las cualidades de tu jugador.
4 Gana siempre el uno contra uno.

Hristo Stoichkov, inspirado por Cruyff, dice que saltaba al campo pensando siempre que era mejor que el jugador que tenía enfrente.
Las claves para México son entonces, mentalidad, disciplina y buen manejo de pelota, algo que a ratos sabe hacer, después una individualidad te puede rescatar el juego.
Seguramente con el recuerdo de la eliminación del Tri en el 2006 ante Argentina, "El Vasco" compartió su deseo para lo que viene, un partido muy cerrado en el “que en esta ocasión, el del golazo sea un mexicano”.

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