martes, 29 de junio de 2010

¿Sentido común?, ¿qué es eso?,

A Balón Parado

Los técnicos de futbol son un enigma, si tuvieran que ir a una tienda frente a su casa, en lugar de sólo cruzar la calle, rodearían la manzana para ser sorpresivos.
Se esconderían entre los árboles, caminarían de puntitas, disimularían para llegar con el tendero que los espera desde que los vio salir.
Tienen la idea absurda, de que hacer lo que harían los demás los rebaja.
Los guían más que el sentido común, los actos que provoquen desconcierto.
No está mal, si además esos actos fueran efectivos, pero son a veces tan retorcidos que sorprenden por absurdos.
Fueron estas actitudes las que marcaron el destino de México en Sudáfrica; los errores arbitrales o de los jugadores son secundarios.
El mal se agravó porque en el banquillo Aguirre no estaba solo, las excentricidades las compartía con Mario Carrillo, esa singular mezcla de gurú y entrenador.
Hace unos días Rafael Márquez dijo que Carrillo se encargaba de las cuestiones tácticas y que ya después las avalaba Aguirre.
Lo que me recuerda que cuando Mario trabajó con Manuel Lapuente le escuché una frase. "Yo al técnico le doy las armas y él dispara". Así lo hizo con Hugo Sánchez y ahora con el "Vasco" Aguirre.
Lo que no dijo es que las armas parecen resorteras.
Carrillo, el habitante del planeta como se llama a sí mismo, tiene creencias muy particulares.
Cuando dirigió al Puebla se asesoraba espiritualmente con Mama Toña, y obligaba a sus jugadores a hacer lo mismo.
Si sus convicciones son las mismas, siguen siendo igual de inútiles.
La Volpe en el Mundial de Alemania 2006 usaba corbatas de dragones y utilizaba el feng shui, otra creencia absurda y estéril, para mejorar al equipo.
Han pasado cuatro años y vivimos el mismo estancamiento.
No estamos lejos del técnico de Francia, Raymond Domenech, que alinea al equipo según su horóscopo y que se fue temprano a casa con la maldición popular encima.
Aguirre y Carrillo encabezaron un equipo con tan malos resultados como los de La Volpe, pero con el agregado de que si en un Mundial pudo México hacer historia fue en este.
Un torneo con las grandes selecciones, Italia, Francia e Inglaterra, jugando tan mal no creo que se repita.
El Tri tuvo en sus manos ante Uruguay la posibilidad de terminar como líder de grupo y evitar a Argentina, pero Aguirre falló por sus ocurrencias.
Con Argentina volvió a hacer de las suyas, y aunque a los sudamericanos no les ganamos ni poniendo dos porteros, les facilitó el trabajo.
Ahora, a esperar que regrese a México para ver si las críticas son igual de duras.

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