Con buenos modales no se gana

A Balón Parado

Nos quedan seis días de Mundial y cuatro partidos para ver, no más.
Así que disfrutemos el que enfrenta a los uruguayos, unos artistas de la supervivencia, contra la austera Naranja Mecánica de Holanda.
Los estilos pueden complementarse porque representan los únicos que existen. El de un equipo que tiene el balón y propone, y el del que lo entrega y busca definir en contragolpe.
El problema es que Holanda tendrá el balón pero quizá no suficientes ideas, y los uruguayos se plantarán en el fondo con la casi segura ausencia de su mejor defensa y capitán.
Imagino un partido intenso y jugado en el mediocampo, pero todo pronóstico tiene su margen de error.
El que se juegue el pase a la final seguro modificará el planteamiento si los minutos pasan y el gol no cae.
A los nostálgicos del futbol bonito les recomiendo que lo olviden, el acta de defunción hace rato que la firmó Brasil, porque se dio cuenta de lo ineficaz que puede ser.
No por nada tardó 24 años en ser campeón del Mundo luego del multicomentado torneo de 1970.
Les pido que lo olviden y que valoren lo que ahora tenemos. Un futbol más intenso, rápido y potente que cualquiera que se haya visto y también con su singular belleza.
El ahora ex técnico de Brasil, Dunga, fue claro en una entrevista para ampliar esta idea: "Mi abuelo le decía a mi padre que en su época el futbol era mejor. Y mi padre, en su época, me decía eso. Yo voy a decirle a mi hijo lo mismo".
En Holanda se hacen eco de esa idea, y quien más la apoya se llama Lambertus pero le dicen Bert y es el técnico del equipo.
Bert Van Marwijk piensa que la eficacia es la importante y el equilibrio, y que el futbol total se puede dejar a un lado si estorba.
En el campo tiene a su mejor representante, Mark Van Bommel, que hace el trabajo sucio y para quien: "no todos pueden ser bailarines en un equipo".
Mark es el yerno que incomoda, pues está casado con la hija de Van Marwijk y tiene fama de duro y provocador.
En la final del 2007 entre el Bayer y el Schalke le agarró las "partes bajas" a Fernando Meira para distraerlo, y fue hasta ver la escena en televisión, cuando lo castigaron tres juegos.
Del otro lado está Uruguay, un equipo de empuje y ataque a cuentagotas, -aunque ha mejorado- que para colmo perdió por suspensión a uno de sus dos mejores atacantes.
Los celestes van como víctimas. Tienen demasiadas bajas y la duda de que Diego Lugano no juegue.
"La Tota" Lugano es un ídolo en Uruguay, y en Brasil donde fue campeón con Sao Paulo y ahora en Turquía.
Es un ídolo por su fortaleza y entrega y también por su certeza. En enero pronosticó que Uruguay llegaría a semifinales y ahora afirma que para hacer historia lo que les queda es ser campeones.
En facebook, hay 39 páginas y 249 grupos dedicados a Lugano. Uno de ellos, titulado: "Q Lugano juegue todo el partido sin camiseta!!!!!", tiene 7 mil 564 miembros, casi todos mujeres.
Diego lo toma con calma. Superó la pesadilla que lo acompañó desde 2006, cuando falló un gol en el repechaje contra Australia que los dejó fuera del Mundial pasado, y ahora disfruta el momento y lo quiere alargar hasta el domingo.
Si se cumplieran deseos, espero que gane Uruguay, si las estadísticas funcionan Holanda volverá a una final.
Los dos resultados me agradan, como me agradaría que el campeón hable español.