El Presidente Felipe Calderón afirma que no hay nada más fuerte que el Estado.
Ni siquiera el crimen organizado lo supera, dice, ni en número, ni en organización.
Pero se le olvidaron los sindicatos, esos sí más fuertes que el Estado y además para nuestra desgracia organizados, numerosos y corruptos .
Ya lo demostró el SME y su dirigente Martín Esparza (foto), que logró lo que siempre quiso, su toma de nota.
Hizo que la Secretaría del Trabajo le revalidara sus derechos, a pesar de que la empresa de los empleados que representa ya ni exista.
Adelanto que lo demás no le interesa mientras no le reporte beneficios.
Otra vez líderes corruptos apoyados en grupos igual de corruptos que ellos, logran provecho personal manipulando las necesidades de mayorías desinformadas.
Ahora tendrá Esparza millones de pesos de cuotas sindicales a su disposición y que los huelguistas de hambre se levanten y anden al chasquido de sus dedos y que con su pan se lo coman.
¡Qué indefensos estamos los ciudadanos con el blandengue Estado que nos gobierna!
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