domingo, 11 de julio de 2010

Un monarca a toda ley

A Balón Parado
Moisés Rodríguez

Sabía que Holanda trataría de romper el estilo de juego español, pero no de manera tan grosera.
Demasiados golpes y poco futbol le han dado a equipos medianos buenos resultados, pero afortunadamente no en la final de Sudáfrica.
Se impuso en el Soccer City el futbol decente, práctico y elegante, y del que su mejor representante es el menudito jugador nacido en Albacete, Andrés Iniesta.
España no traicionó nunca su estilo de juego, no lo hizo ni cuando Suiza lo derrotó en su partido inaugural.
Y no lo hizo porque esta España tiene "una lengua propia", como declaró hace unos meses Pep Guardiola, el técnico del Barcelona, equipo base de la selección ibérica.
Como en toda hazaña los héroes son variados. Si Iniesta marcó el gol y generó juego, Puyol y Piquet mantuvieron la última línea sólida y Casillas con un par de atacadas in extremis, mantuvo al equipo en la pelea.
Deberíamos sentirnos afortunados porque vimos jugar a una generación de jugadores irrepetible, un grupo que logró sumar datos anecdóticos en un Mundial ya de por sí histórico.
España es el único equipo que logró ganar un título luego de perder su juego inaugural.
Es el primer equipo europeo que se corona fuera de su continente y ahora es el octavo país que alcanza el honor de ser campeón del mundo.
El Mundial africano nos regaló un equipo campeón distinto a lo que nos acostumbraron las grandes potencias, y nos regaló también la esperanza de que el futbol comprometido con la pelota puede dar títulos.
Ahora que se corona España se asegura, aunque sea sólo por poco tiempo, que todo el país se una en los festejos.
Tantas disputas entre catalanes, vascos y demás parcialidades españolas se suspenderán brevemente, para darle espacio a la celebración nacional.
La espíritu de unión se vio desde el festejo de Iniesta, que mostró una leyenda en su playera haciendo partícipe a Jarque de su alegría.
Dani Jarque murió a los 26 años en su cuarto de hotel por una falla cardiaca. Era jugador del Español y fue velado en el Estadio Cornellá-El Prat.
Existe la tradición en ese estadio de aplaudir durante el minuto 21 de cada partido en memoria del jugador, ya que con ese número jugó.
Dos cosas hacen posibles las uniones sólidas, las tragedias amargas y las alegrías intensas.
Si a España le ha tocado sufrir por muchos años, es el futbol, la cosa mas importante de las actividades que menos importan, el que le dará otra razón para sonreír.
La otra cara de la moneda la presentó Holanda.
A pesar de calificar al Mundial invicto y de su paso perfecto en Sudáfrica, lo que enseñó ayer fue el rostro de un equipo pobre y limitado.
Eso no sería grave si sus recursos fueran escasos, pero no es así. Apostó por destruir y terminó pagando con una imagen que le va a costar tiempo reconstruir.
Al final el saldo fue que ganó España y ganó el futbol y nos dejó la esperanza de que en Brasil, en 2014 se vuelva a repetir la fórmula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario