jueves, 19 de noviembre de 2009

La herramienta no tiene la culpa

Hubo una revuelta en España con las declaraciones de Vicente Molina Foix.
El español, molesto por la alharaca que causó el 50 aniversario de Astérix y el 80 de Tintín, esos famosos comics, y la nula atención sobre al aniversario luctuoso de Boris Vian y el del nacimiento de Eugene Ionesco, se hizo eco de la opinión de muchos, que la Internet es una caja de resonancia de la estupidez humana
Molina Foix enfiló sus baterías contra la industria del cómic y renegó de quienes lo llaman cultura.
La ira lo llevó muy lejos, a terrenos indefendibles y las recriminaciones de los amantes del arte gráfico lo pusieron contra las cuerdas.
En mi opinión, Internet sí es una caja de resonancias. Amplifica la voz emitida y provoca respuestas también ampliadas.
Recuerdo a Lichtenberg: "un libro es como un espejo: si un mono se asoma a él no puede ver reflejado a un apóstol''.
Dejemos que un mono se vea en la web y lo que reflejará es un mono.
Dejemos que se vea un apóstol y la imagen del apóstol aparecerá como respuesta.
Dejemos que un político se asome... y bueno, volverá a aparecer un mono, ¿qué le vamos a hacer?.
A lo que voy es que debemos ver a Internet como herramienta, y a la estupidez humana como una condición recurrente e incurable, cuando menos por un medio virtual.
Atengámonos a las consecuencias si dejamos la educación de nuestros hijos en sus visitas a la web, ese lugar en donde sólo hay información, pero no conocimiento.
Sobre si el cómic se debe considerar o no una expresión artística, bueno, ahí el señor Molina se excedió, pero ese es otro tema.

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