viernes, 20 de noviembre de 2009

A río revuelto, ganancia de revolucionarios

Ahora que se celebran 99 años de la Revoluciòn Mexicana, recuerdo un comentario de Octavio Paz a propósito de los movimientos revolucionarios y del liderazgo político de Europa en el mundo occidental.
Decía algo así: "Todos hablan del modelo europeo, pero se les olvida la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini y la Rusia de Stalin".
Rescataba el poeta, el que la Revolución Mexicana propiciara la estabilidad y que no hubiera degenerado en un totalitarismo, como los sufridos en Italia o Rusia.
Sí mutó en un régimen corrupto, con discursos demagógicos, pero se desligó de las dictaduras sudamericanas, y sin ir más lejos, de la dictadura cubana.
Podemos agradecer a la Revolución, -a la nuestra-, ese saldo. El que siempre haya resquicios para defender la Libertad.
Agradezcamos también, a pesar del costo tan alto en desengaños y vidas humanas, el que nos preste una identidad nacional, quizá precaria, pero identidad al fin.
También reconozcamos que los ideales de la Revolución, que muchos dicen traicionados, están siempre en construcción y siempre en proceso de defensa.
Gracias a la lucha armada que inició Madero, o los grupos liberales, o los hermanos Flores Magón, o si los historiadores se van años atrás,
Miguel Negrete, Pedro Valdés o Mariano Escobedo, México devino en lo que ahora tenemos, un gobierno democrático, aunque con rasgos autoritarios, que debemos señalar y castigar.
Debemos conocer las aspiraciones de aquella lucha armada, cuáles fueron sus alcances, cuáles sus limitaciones, ya sea de planeación o de objetivos; y defenderlos o criticarlos.
Aquilatemos la principal lección de aquellos revolucionarios, o revoltosos, o rebeldes. Su compromiso con el cambio, su obstinada oposición a las injusticias y a las prácticas corruptas.
Que la clase política que nos dirige, y que se arroga el adjetivo revolucionario, sepa que los adjetivos se merecen y se revalidan a diario.
Que no sea la Revolución pretexto para que demagogos y oportunistas se afiancen en lugares que no les corresponden, o no les corresponderían, si en verdad hiciéramos valer nuestra voz.

2 comentarios:

  1. Blog menos que mediocre como quien escribe, lleno de envidia y con un grado de inteligencia que raya en la deficiencia

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  2. Gracias por el comentario, asi es como se mejora con criticas y autociticas y sin filtrar opiniones.

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