martes, 27 de octubre de 2009

Octavio, aPazionado de la crítica

6 de 10 El Laberinto de la Soledad
Octavio Paz

Regresé a la preparatoria en el `87 luego de perder unos años, pero no dejé de trabajar.
Seguí vendiendo pescado y rentando videos y reforcé el vicio que no me ha dejado, la compra de libros y la lectura.
Tengo una particularidad y no creo ser él único, estoy seguro que no. Compré varios libros que nunca leí.
Llegaba a las librerías y leía solapas, escuchaba sugerencias y salía con una bolsa.
Me decepcioné muchas veces, quizá por impaciente y a veces con razón.
Tuve "Viaje al Fin de la Noche" de Louis Ferdinand Celine mucho tiempo y nunca lo leí, parece que fue un error, compré "Entre Marx y una Mujer Desnuda" y "Materialismo y Empirocriticismo", y no tengo ningún remordimiento en haberme deshecho de ellos sin tocarlos.
Entre tantos descubrimientos, recuerdo con agrado el de Octavio Paz y sus estudios sociológicos, fue en la Librería Zaragoza donde encontré ese librito que de inicio me pareció impenetrable, pero que me cautivó por su lenguaje.
No sé de un ensayista en español tan lúcido, tan crítico y con un manejo de lenguaje tan preciso. Octavio Paz es una figura irrepetible y estoy agradecido de haber visto sus programas y leído sus libros.
Recuerdo que compré la revista Vuelta por años y lo hice porque en mi pequeña mentecilla de entonces, entendía que la defensa de la Democracia ante los regímenes dictatoriales como el de Castro, y la revaloración de la autocrítica que tanto asusta a la izquierda mexicana, eran capitales para hacernos un país moderno.
Esto lo puedo expresar asi en estos momentos, con los años y las lecturas vividas, pero en aquel lejano pasado, aunque no lo hubiera dicho de esta manera, así lo pensaba.
Parafraseando a Paz: El joven que camina por este texto, estaría de acuerdo con el hombre que lo escribe.

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